Silvia Giussani (hija): Hola Pa, te voy a hacer algunas preguntas así nos contas como los mandalas se introdujeron en tu vida. ¿Cómo fue que comenzaste a pintar? ¿De niño o en tu juventud, tenias habilidades para la pintura? Contanos tus inicios en el arte…
Carlos Giussani (padre): Bueno, en realidad comencé porque necesitaba encontrar una actividad, un entretenimiento y cuando vos me trajiste mandalas para pintar, no me disgustó la idea, y lo intenté. Traté de pintarlos lo mejor posible, aunque nunca fui hábil para las artes, no pintaba ni dibujaba. Empecé a pintar ahora, de grande.
Hija: Durante todo este tiempo, ¿sentís que hubo un aprendizaje y un crecimiento en cuanto a la técnica que aplicas para pintar?
Carlos G.: Si claro. Comencé pintando con los crayones de mi nieto, Manu, y sin saber cómo hacerlo. Ahora pinto con marcadores. También me di cuenta que los resaltadores quedan bárbaros, pero, me levantan pelusa en el papel. Con la práctica fui creciendo en calidad también.
Hija: ¿Cómo afrontas ese momento de inspiración inicial cuando tenes un mandala en blanco frente a vos?
Carlos G.: Bueno, observo bastante y luego voy decidiendo. Pero me pasa que muchas veces estoy en la cama, y sigo concentrado en el mandala. Me voy a dormir pensando en cómo pintarlo, y me parece que agarro el lápiz y pinto. Después, cuando me levanto, veo que el mandala está sin pintar. Sueño con los mandalas…
Hija: ¡Qué bueno pa, que puedas soñar con tantos colores! Luego de un año y medio, contas con un trabajo realizado “inmenso” realmente; mas de 500 mandalas. ¿Qué sentís al verlos terminados, hechos con tus propias manos?Carlos Giussani (padre): Bueno, en realidad comencé porque necesitaba encontrar una actividad, un entretenimiento y cuando vos me trajiste mandalas para pintar, no me disgustó la idea, y lo intenté. Traté de pintarlos lo mejor posible, aunque nunca fui hábil para las artes, no pintaba ni dibujaba. Empecé a pintar ahora, de grande.
Hija: Durante todo este tiempo, ¿sentís que hubo un aprendizaje y un crecimiento en cuanto a la técnica que aplicas para pintar?
Carlos G.: Si claro. Comencé pintando con los crayones de mi nieto, Manu, y sin saber cómo hacerlo. Ahora pinto con marcadores. También me di cuenta que los resaltadores quedan bárbaros, pero, me levantan pelusa en el papel. Con la práctica fui creciendo en calidad también.
Hija: ¿Cómo afrontas ese momento de inspiración inicial cuando tenes un mandala en blanco frente a vos?
Carlos G.: Bueno, observo bastante y luego voy decidiendo. Pero me pasa que muchas veces estoy en la cama, y sigo concentrado en el mandala. Me voy a dormir pensando en cómo pintarlo, y me parece que agarro el lápiz y pinto. Después, cuando me levanto, veo que el mandala está sin pintar. Sueño con los mandalas…
Carlos G: Siento mucha satisfacción de haber hecho una cosa que yo era incapaz de hacer. Tengo que ordenarlos y clasificarlos, pero no los ordeno porque sino pierdo tiempo para pintar, ya casi ni leo el diario. Nunca pensé que haría esto, y no me dedique a esto antes porque no lo conocía.
Hija: ¿Qué te dice la gente cuando observan tus coloridos mandalas? Sabían que tenias esta habilidad oculta?
Carlos G: Noooo…todos se sorprenden y los admiran. No saben que esto me ayudó a salir del pozo, ya que la cabeza la metí acá (y señala un mandala) y no acá (señala su corazón).
Hija: Contanos..¿Cómo elegís tus mandalas para pintar? Por la forma, por los motivos…?
Carlos G.: Miro las figuras, observo el formato, la composición, pienso en la cantidad de colores a usar, y en las combinaciones posibles. Observando la figura uno se da cuenta si es agradable para pintar. Uno ya se da cuenta por las formas, por los arabescos que tiene, que el mandala será bueno una vez terminado.
Carlos G.: Si…indudablemente, hay unos más complicados que otros. Y también habría que tener marcadores finos y gruesos.
Carlos G: Los principales son cuatro: naranja, verde, rojo y turquesa, y de esa gama derivo.
Carlos G: No; es la imaginación del momento, y voy viendo cómo va quedando ,y pensando en los colores que iré usando.
Carlos G: No tengo ninguno predilecto…si son flores y ramas hay mucho verde, y lo combino con amarillo y naranja y voy mirando cómo va quedando. Uso los colores que me gustan en ese momento. Empiezo por el centro y después voy hacia los costados. A veces al revés…pero ahora estoy empezando por el centro. También uso el amarillo fluo porque es el que más resalta.
Carlos G: Me ayudaron mucho a no pensar o, a pensar menos en los problemas de salud.
Carlos G: Siiiii …. es una terapia muy buena y lo recomiendo a otras personas. No lo divulgaría mucho porque no quiero tener competencia (jajaja…y se ríe en tono bromista).
Carlos G: Que en la vida hay que intentar lo que a uno le puede gustar, puede ser hacer mandalas, tocar piano, no se…tener un hobby para descargar los problemas y no pensar. Ocupar la mente en otra cosas.
Carlos G: Bueno...pensándolo bien y acortando distancias o juntando distancias, yo vengo de un tío escultor, que no es lo mismo pero se dedicaba al arte. Podría ser que por mi enfermedad se me dió por ese lado. La familia esta asombrada y sorprendida de no conocer esta capacidad que tenía. Yo me dedicaba más al deporte y no en actividades de arte. Y ahora, vengo de la calle y me pongo a pintar, agarro el libro y veo que pinté, o que macana hice….incluso descubro si cometí algún error en los mandalas que ya pinté. Hoy, me dió hasta bronca encontrar un error y casi arranco la hoja, pero luego lo corregí y me gustó. Me quedé tranquilo.
Carlos G.: Si claro. Pero me gustaría tener un poco mas de surtido y seleccionar los mandalas pintados. Cuando los colgaste en la habitación de la clínica, las enfermeras venían y todas decían que eran muy lindos, y me felicitaban. En la clínica fue un éxito. Digamos fue mi primera muestra (jajajaja).
Carlos G.: Si…a algunas enfermeras y a Nicolás, el muchacho de Córdoba que estaba también en terapia. Mi voluntad fue la de transmitirle mi energía positiva. Los mandalas me ayudaron mucho al hacerlos, estando internado los miraba, los cuidaba por si alguna enfermera me sacaba alguno, los contaba…4 en una pared, 6 en otra y los volvía a contar porque me equivocaba. Esto vino a ser una terapia, aunque no los podía hacer estando en la cama, pero me hubiera gustado pintarlos en ese momento. Pero al observarlos todos los días era un adelanto.
Carlos G: Si…les diría que el que tiene tiempo disponible, que lo intente, que no es nada oneroso y que vea si le produce satisfacción. A mi me encantan.
Entrevista realizada el día Domingo 14 de Octubre, de 2012.

Que linda entrevista!! FELICITACIONES A LOS DOS!
ResponderEliminarcuanto se puede expresar y cuanto tenemos aun por conocer!
que bueno que a traves de Arte se logre sacar para afuera a uno mismo!
vamos por mas!!
un beso grande
lili
Miralo a charlyyyy! fenóooomeno! Franco Ivaldi
ResponderEliminarmuy bueno! hermoso trabajo y muy buena la entrevista! abrazos, ale
ResponderEliminarPa estas recibiendo muchos mensaje....que bueno!!! Incluso recibiste una critica por una especialista y critica de arte de verdad!!! Es maravilloso! Beso
ResponderEliminarDelicioso blog.. No solo por las obras, que son fantasticas, sino tambien por la intencion de dar a conocer al arte como terapeutica.Jung no solo ha estudiado los mandalas Tibetanos sino que los ha aplicado en distintas terapias y los recomienda para todo el mundo ya que su concepcion proviene del inconciente (igual que los mantras) como elemento liberador de las energias que nos enferman..Felicitaciones Carlos y felicitaciones Silvia por introducirlo en el arte...Ya estamos esperando la muestra.. Oscar Sammartino
ResponderEliminarEmocionante para mi leer la entrevista y ver todas tus obras nuevamente.
ResponderEliminarNos estás dejando una linda enseñanza al afrontar con tanta fuerza, energía y dedicación este trance de tu vida.
Sos un gran ejemplo y un orgullo para mi. Hermoso todo lo que estás haciendo. Adelante! Queremos ver mas!
Te queremos mucho! Cristi desde Rosario.